LOS DERECHOS DE LOS ANIMALES DE ACUERDO A LOS LAKOTA


"Los animales tienen derechos, el derecho a la protección del hombre, el derecho a vivir, el derecho a multiplicarse, el derecho a la libertad y el derecho a la deuda del hombre. Y en el reconocimiento de estos derechos los Lakota no esclavizábamos un animal. Cazábamos cuando era necesario para la comida y ropa. Y aún en la caza del búfalo, en su último aliento, el cazador unía su boca con la del búfalo, para así aspirar su aliento e imbuirle de la sabiduría y fuerza del animal. Y en ese acto, el cazador revelaba al animal que él mismo un día tenía que partir de este mundo y servir de alimento a otro. Para el mundo animal y de las plantas, existía un sentimiento fraternal que mantuvo a los Lakota seguros entre ellos. Los Lakota no podían despreciar a ninguna criatura, porque todos son de una sola sangre, hecha por la misma mano, y llena de la esencia del Gran Misterio. En esencia, el Lakota se mantuvo humilde y manso. Esto era cierto para los Lakota y desde siempre, que la Tierra que heredaron les reveló secretos desde hace mucho tiempo olvidado. Su modo de vida era sana, natural y humana. La creencia del silencio, donde todo se manifiesta... El viejo Lakota era sabio. Él sabía que el Corazón del hombre alejado de la naturaleza se vuelve difícil, duro... Sabía que eso era una falta de respeto al cultivo, a los seres animales y a los seres humanos también. Las personas de edad llegaban literalmente a amar la Tierra, y se sentaban o se recostaban en el suelo cuando ya dejaban o se iban de este mundo, con una sensación de estar cerca de un poder maternal. Cuando era niño entendí cómo dar, me he olvidado de esta gracia desde que se me convirtió en civilizado..."

- Lakota

Publicado por Plumas de Àguila en facebook

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