Cuencos Tibetanos

Vivimos en un mundo de sonidos. Sonidos que se oyen y otros que no. Sonidos musicales y caóticos. Sonidos familiares y extraños. Sonidos agradables y sonidos inquietantes. Sonidos que destrozan y sonidos que curan.
Desde la gestación estamos rodeados de sonidos: los latidos de la madre y su respiración.

El sonido nos afecta por el principio de resonancia, por el cual una vibración más intensa y armónica contagia a otra más débil y desarmónica. El sonido de los cuencos tibetanos equilibran los planos físico, mental y emocional. Actúan despejando la mente, destrabando bloqueos emocionales.

Son sonidos puros, intensos y guardan un misterio particular.
Es una experiencia para ser vivida.

Principales propiedades del cuenco tibetano:
  • Ayuda a aliviar el estrés y reducir la ansiedad.
  • Mejora la concentración, siendo útil para estudiantes o para la práctica de la relajación y la meditación.
  • Equilibra los hemisferios cerebrales, estimulando la actividad de las ondas alfa.
  • Ideal para conseguir una meditación más profunda.
  • Ayuda a equilibrar y limpiar tanto los chakras como el aura.
  • Mediante la vibración de la pituitaria o la hipófisis ayuda a equilibrar el sistema endocrino.
  • Alivia los dolores de cabeza.
  • Mejora la creatividad



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